Hemos amanecido con poco de mal cuerpo, quizás tuvo que ver
el escaqueo de anoche, no sólo de pan vive el hombre, también es necesario algo
de cerveza y vino.
Entre unas cosas y otras hemos salido a las 10:00 y a buen
ritmo. Las pistas no eran como las de Extremadura, pero se podía llevar una
buena velocidad media.
A continuación hemos entrado en una zona más de monte, pero nada
difícil, seguíamos manteniendo buen ritmo. Algún camino desaparecido que hemos
tenido que buscar alternativa pero nada relevante.
A eso de las 12:30 nos ha empezado a llover, una lluvia fina
y helada, pero los caminos se mantenían en perfecto estado.
Ha dejado de llover y hemos vuelto a entrar en zona de
campiña, más de los mismo, pistas largas entre arados y un paisaje llano.
Pero como la aventura es la aventura, todo no iba a ir de
perlas. Los caminos han empezado a complicarse, se notaba que en esa zona había
llovido más y más abundante. Hasta tal punto de convertirse en verdaderos
barrizales y con charcos profundos.
Evidentemente la velocidad media ha bajado bastante, de
hecho ibamos primera – segunda – primera… Soportable y hasta divertido. Pero no
para todos, el de la Yamaha
TW (la cual está sorprendiendo lo que aguanta) estaba pasando
un mal rato con la gomas mixtas y tanto barro y charco. De hecho ha estado en
dos o tres ocasiones de irse al suelo y… lo primero es lo primero. Teniendo en
cuenta que lo que queda era igual hasta León, en San Pedro de la Dueñas hemos
decidido hacer los últimos 30
km por comarcales.
Hemos parado a almorzar en Santa María del Páramo, en el
restaurante La Zíngara (altamente recomendable, buena comida y buen trato) y a
las 17:30 estábamos en el hotel de León.
Mañana sigue dando mal tiempo, empezamos a estar agotados,
no nos han recomendado que con estas lluvia nos metamos en berenjenales por lo
puertos de montaña… a ver cómo resulta la última etapa.
Hasta mañana!!
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